Siempre lo he pensado, ojalá, cuando vuelva a nacer sea hombre y pueda bailar, porque ellos tienen los grandes saltos y piruetas, porque bailar con la potencia muscular de ellos es de lo más... mis giros con la pierna a la seconde eran de lo más... hoy, con la semana toda en París... en la tv, el Don Q, pas de deux, con ellos dos y la coreografía de Rudolf Nureyev... y sentir, que después de bailar se entiende la danza... una reverencia al mundo maravilloso del movimiento...
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